Compartir es una habilidad importante para la vida como adulto. Sin embargo, compartir no es algo natural para la mayoría. Es una habilidad aprendida que comienza en la infancia. Como padre, puede ayudar a su hijo a desarrollar sus habilidades para compartir durante el tiempo de juego con amigos.

Durante el tiempo de juego, su hijo puede tener una variedad de juguetes, algunos de los cuales son los más populares entre todos los niños. Si su hijo u otro miembro del grupo no ha desarrollado habilidades para compartir, puede convertirse en una rabieta. Los siguientes consejos pueden ayudar a mejorar las habilidades de compartir para prevenir conflictos y beneficiar su vida a largo plazo:

Enseñanza de habilidades para compartir

Compartir no es solo objetos

Compartir no es solo objetos físicos. Puede ser el tiempo y el espacio también. Este conflicto a menudo surge cuando el niño gana un nuevo hermano. Cuando esto ocurra, debe enseñarle a su hijo cómo tomar turnos.

Una forma de hacerlo es modelando el comportamiento del paciente. Por ejemplo, cuando su hijo se sienta inquieto y frustrado porque papá tiene que ayudar a su hermano mayor con la tarea antes de jugar Legos, explíquele la situación con calma. Enseñar a su hijo a tomar turnos puede ser oportuno, pero vale la pena el esfuerzo.

Juega juegos cooperativos

Los juegos cooperativos requieren turnos para jugar. Estos tipos de juegos incluyen rompecabezas, juegos de mesa y hacer rodar una pelota de un lado a otro. Su hijo compartirá el tiempo de juego con otro y aprenderá a tener paciencia mientras el amigo toma su turno.

Usar lenguaje para compartir

Los niños a menudo pueden sentirse frustrados. Si bien enseñar a compartir no es una tarea fácil, usar el lenguaje de compartir reconoce sus sentimientos y los elogia cuando comparten. Por ejemplo,

“Sé lo frustrante que puede ser esperar, pero es el turno del bebé. Usted es el próximo.”
“¿Puedes ayudarme a llevar los platos al fregadero? ¡Guau! Eres un gran ayudante.”

Refuerzos Positivos

Los niños a menudo aprenden nuevos hábitos a través del refuerzo positivo. Por ejemplo, las escuelas usan estrellas doradas. Del mismo modo, puede reforzar compartir juguetes y tiempo con refuerzo positivo. Un refuerzo puede calmar una rabieta. En lugar de obligarlos a compartir, traiga un juguete cooperativo.

Compartir puede ser difícil de enseñar a un niño. Sin embargo, la habilidad para la vida será beneficiosa a largo plazo