La obesidad infantil, que afecta a casi uno de cada cinco niños y adolescentes, ha sido durante mucho tiempo un tema de creciente preocupación para los expertos en salud. La prevalencia de la obesidad infantil se ha triplicado desde la década de 1970. Y aunque hay muchos factores detrás de esta tendencia preocupante, no menos importante entre ellos es el hecho de que los niños pasan un promedio de 7.5 horas frente a una pantalla cada día.

Aquí, revisaremos algunas de las estadísticas sobre la obesidad infantil, sus causas y consecuencias, y cómo podemos usar el ciclismo como una forma de mantener a los niños sanos.

¿Qué causa la obesidad infantil?

Al igual que con sus contrapartes adultas, la obesidad entre los niños es un problema complejo que puede ser causado o afectado por una variedad de factores. El principal de ellos son los factores del estilo de vida, a saber, muy poco ejercicio y hábitos alimenticios poco saludables. Sin embargo, otras variables también pueden aumentar el riesgo de obesidad de un niño, incluyendo:

  • Genética
  • Entorno y factores familiares
  • Estatus socioeconómico, que puede determinar el acceso de un individuo a alimentos nutritivos y también su capacidad para hacer ejercicio de manera segura al aire libre
  • Otras condiciones de salud subyacentes y / o medicamentos
  • Estrés y/o falta de sueño

Peligros de la obesidad infantil

La obesidad infantil presenta un problema de salud grave, que potencialmente puede afectar a los niños por el resto de sus vidas. Algunos de los resultados negativos para la salud asociados con la obesidad infantil incluyen diabetes, colesterol alto y presión arterial, dolor en las articulaciones, asma y apnea del sueño, y enfermedad del hígado graso no alcohólico.

Además de las complicaciones físicas, los niños que luchan contra la obesidad también pueden experimentar ramificaciones sociales y emocionales dañinas. Los niños y adolescentes con sobrepeso son mucho más propensos a ser intimidados, lo que a su vez puede resultar en problemas como depresión, aislamiento y baja autoestima.

Cómo andar en bicicleta puede ayudar a prevenir la obesidad infantil

Asegurar que los niños realicen una cantidad adecuada de actividad física es una de las cosas más importantes que podemos hacer para prevenir la obesidad infantil y preparar a los niños para un futuro saludable. Los expertos recomiendan que los niños hagan alrededor de 60 minutos de ejercicio cada día.

Cuando se trata de actividad física, andar en bicicleta es una de las mejores maneras de mantener a los niños en movimiento y entretenidos. Además de ser una gran fuente de cardio, andar en bicicleta también desarrolla músculo, lo que puede ayudar a impulsar su tasa de metabolismo base.

Andar en bicicleta también les da a los niños una forma de explorar el mundo que los rodea, ya sea individualmente o con amigos. Entre la capacidad de cambiar de escena y la oportunidad de interacción social, es mucho menos probable que los niños se aburran. Además, andar en bicicleta reduce los niveles de estrés, y para muchos niños (y adultos), el estrés puede ser un desencadenante de comer en exceso o comer poco saludable.

La conexión entre andar en bicicleta y un peso saludable está bien documentada. Algunas investigaciones han postulado una conexión entre los niveles de actividad física de los niños y su entorno; básicamente, si los niños están rodeados de entornos que fomentan el ejercicio, es más probable que participen en él. Los científicos creen que no es coincidencia que las tasas de obesidad comenzaran a aumentar a medida que los hábitos activos de desplazamiento (como caminar o andar en bicicleta) comenzaron a disminuir. Por esa razón, algunos investigadores, como el Dr. Jason Mendoza del Hospital de Niños de Seattle, han comenzado a realizar investigaciones sobre la eficacia de los trenes de bicicletas supervisados en la lucha contra la obesidad.

Desafortunadamente, para algunos niños, viajar en bicicleta no es factible ni seguro. Para las personas en esa situación, la implementación de programas de ejercicio y la creación de entornos amigables para el ejercicio en las escuelas pueden marcar una gran diferencia.